RESUMEN
Aquella noche Sofía no lograba dormir, se lo impedía la luz de la luna que entraba por el dormitorio. A pesar de estar prohibido levantarse de la cama, se puso en pie y se acercó a la ventana. Entonces vio horrorizada que algo muy alto y muy negro y muy delgado se aproximaba por la calle. Era el Gran Gigante Bonachón, que la envolvió en una sábana y se la llevó al país de los gigantes.
Así comienza una amistad fuera de lo común, llena de
divertidas aventuras, pero también de aprendizajes: la importancia de conservar
los sueños, que la bondad existe y es fuerte, la capacidad de hacer las cosas
bien…
FRAGMENTO
El Tragamofletes, el Quebrantahuesos, el Estrujaseñores, el Mascaniños, el Sudacarnes, el Zampamollejas, el Aplastanenas, el Embotellasangres, el Carniceronte y por supuesto el GGB, son algunos de los personajes de esta historia.
¿Quieres
comenzar a leer esta historia? Te aseguro que no podrás parar.
LA HORA BRUJA
Sophie no podía dormir.
La brillante luz de la luna se colaba por una rendija entre
las cortinas e iluminaba justo su almohada.
Hacía horas que los demás niños del cuarto estaban
profundamente dormidos.
Sophie cerró los ojos y permaneció tumbada, casi sin moverse.
Intentó dormirse con todas sus fuerzas.
De nada sirvió. La luz de la luna era como una hoja de plata
que atravesaba la habitación justo hasta su rostro.
La casa estaba en absoluto silencio. No llegaba una sola voz
desde el piso de abajo, ni tampoco se oía un solo paso en el de arriba.
Tras la cortina, la ventana se encontraba abierta de par en
par, pero nadie pasaba tampoco por la acera en el exterior. No circulaba ningún
coche por la calle. No se oía el más leve ruido por ninguna parte. Sophie jamás
había sentido un silencio semejante.
Tal vez, se dijo, aquello fuese lo que la gente llama la hora
bruja.
Alguien le contó una vez entre susurros que la hora bruja es un
momento especial en plena noche, cuando todos los niños y todos los mayores
están muy dormidos, profundamente, y todas las cosas oscuras salen de sus
escondrijos y tienen el mundo entero para sí.
La luz de la luna
brillaba sobre la almohada de Sophie con más fuerza que nunca. Decidió salir de
la cama y cerrar la rendija de las cortinas.
Si
te pillaban fuera de la cama después de apagar las luces, entonces te
castigaban. Aunque dijeses que tenías que ir al cuarto de baño, no aceptaban
aquello como excusa, y te castigaban igual.
Pero
ahora no había nadie despierto, Sophie estaba segura de ello.
Alargó la mano para coger las gafas, que aguardaban sobre una
silla junto a su cama. Tenían la montura de acero y unas lentes muy gruesas, y
Sophie apenas podía ver nada sin ellas. Se las puso, se deslizó fuera de la
cama y anduvo de puntillas hasta la ventana.
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El gigante, no es un gigante cualquiera. No se dedica a comer humanos. Su trabajo es recolectar sueños con una especie de red cazamariposas y guardarlos en botes, para repartirlos a los niños mientras están durmiendo.
El GGB (Gran Gigante Bonachón), colecciona tarros y tarros
llenos de Sueños Dorados. Los Sueños Dorados son sueños agradables que hacen
felices a los soñadores.
Juguemos a cazar sueños como el Gran Gigante Bonachón. Piensa
en cosas positivas, en un sueño, en un deseo que quieras que se haga realidad.
Escríbelo o dibújalo en un tarro. ¡Seguro que se hace realidad!
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